miércoles, 8 de mayo de 2013

Tao Te Ching de Lao Tzu




















I El principio


El Tao llamado Tao
no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser nombrado
no es el verdadero nombre.
El principio del cielo y de la tierra
no tiene nombre.
Con nombre es la madre
de los diez mil seres.
Por eso, aquel que se libera de deseos
contempla la secreta perfección.
Aquel que se llena de deseos
contempla solamente sus fronteras.
Los dos nacieron juntos,
pero llevan distintos nombres.
Juntos, se llaman el misterio.
Misterio más profundo del misterio
y son la puerta de toda maravilla.  

Este primer texto indica la diferencia entre la esencia del Tao y el Tao que actúa en el mundo. El primer aspecto del Tao es el no manifestado, el que está más allá el ser y del no-ser y es inefable por su naturaleza. No puede entonces, ser nombrado, en tanto que el nombre indica lo personal o lo individual y no es aplicable a lo universal. Lo espiritual (cielo) y lo material (tierra) han nacido de un principio sin nombre. La madre de los 10.000 seres (todos los seres de la existencia universal) tiene nombre, es propiamente la naturaleza primordial, la existencia universal, lo informal (caos primordial) capaz de producir todas las formas. El nombre entendido en el sentido más amplio que le atribuye el pensamiento arcaico y el del oriente tradicional no es verdadero, porque sirve para designar la multiplicidad de las cosas y su origen en lo que se refiere a su diferenciación (Tao con nombre). El deseo está luego ligado al nombre (deseo personal, renombre) y contempla (no puede superar) sus límites (individuales, "fronteras"). El Tao no manifestado y el Tao manifestado, Yin Yang, madre de todas las cosas "nacieron juntos" y representan respectivamente el aspecto interno, transcendente e inefable y el aspecto externo, inmanente y activo (la naturaleza primordial) como el sol y sus rayos. Llevan distintos nombres porque sus nombres se originaron al desprenderse los seres individuales del caos primordial, y se generalizaron con la formalización del lenguaje. Por eso en el primer verso, el primer Tao no es posible de expresar, "en cuanto el nombre se refiere a las cosas, forma la figura, y por lo tanto no dura" (Wang Pi). La unión de lo no-manifestado con la manifestación informal, en cuyo seno existen en principio todas las formas, constituye el misterio mediante el cual se llega al secreto conocimiento. Wang Pi: "Todas las cosas nacieron en lo sutil y luego se manifestaron. Quien no tiene deseos puede llegar a ver el principio de las cosas. En la cumbre se llama el principio y en el fondo se llama la madre. La maravilla es la tiniebla, oscurecimiento que está más allá del ser, lo que en un principio salió de la madre".

Hay que recordar que la puerta china tiene dos partes.
"Maravilloso en el Gran Tao, el no-ser (lo que está más allá del ser), el limitado es el Tao chico, el ser" (Li Tsi Chai).

Traducido por Onorio Ferrero
Editado por Ignacio Prado Pastor, Febrero 1972

No hay comentarios:

Publicar un comentario