sábado, 24 de julio de 2010

Y dijo el Buda, Osho




La historia dice que cuando Srona se ordenó bhikkhu, monje, inmediatamente pasó al otro extremo, al extremo que el Buda se temía. Los bhikkhus, los bhikkhus del Buda, los monjes, solían comer una vez al día; Srona solo comía dos veces por semana. Los bhikkhus andaban, iban a pie de una población a otra, e iban por los caminos. Pero Srona nunca andaba por los caminos, sino por el bosque, y se lastimaba. Sus pies empezaban a sangrar, se hacía heridas. Los bhikkhus del Buda eran gente tranquila, silenciosa, porque la enseñanza es permanecer en el medio. Nunca eran inmoderados, pero tampoco ascéticos, pero Srona se convirtió en un gran asceta. Cuando todos se sentaban bajo los árboles, él se quedaba de pie al sol. Tenía un cuerpo hermoso, era un joven muy guapo. La piel se le fue oscureciendo, ennegreciendo, y en pocos meses resultó imposible reconocerle. Cuando la gente de su capital iba a verle quedaban pasmados de lo que había cambiado. Estaba seco y delgado, sus ojos sin brillo, y sus facciones habían perdido toda la gracia; se estaba afeando. Siempre estaba enfermo porque el cuerpo tiene un límite de tolerancia para ciertas cosas.

Su tono era tan apesadumbrado y su voz tan desfallecida, que parecía que estuviese abandonando la existencia. El Buda le preguntó al monje:

−¿Cuál era tu ocupación antes de hacerte monje itinerante?
Dijo el monje:
−Me gustaba tocar guitarra.
El Buda dijo:
−¿Qué pasaba cuando las cuerdas estaban demasiado flojas?
−El sonido no era posible−contestó el monje.

Cuando las cuerdas están demasiado flojas, no es posible el sonido…

−¿Y cuando estaban demasiado tensas?
−Restallaban.
−¿Y cuando no estaban demasiado flojas o demasiado tensas?
−Todas las notas sonaban con el tono apropiado.
A continuación, el Buda le dijo al monje:
−La disciplina religiosa es como tocar la guitarra. Cuando la mente está afinada y tranquila, el camino es realizable.

De hecho, cuando la mente está justo en el medio, ni demasiado suelta ni demasiado tensa; equilibrada, tranquila, quieta, ni moviéndose a la derecha ni a la izquierda; cuando el péndulo de la mente se ha detenido justo en el medio, el tiempo desaparece, el tiempo se detiene. En ese momento el camino es realizable. Malogras el camino porque no estás en el medio, y el camino está en el medio. En las situaciones de la vida, en todas las situaciones, hay que estar atento para no ir hacia el extremo. Si no, a veces las cuerdas están demasiado flojas y la música no surge, y a veces están demasiado tensas y se rompen. Y en lugar de música solo creas ruido. La música solo es posible cuando las cosas están justo en el medio. Hay un punto en que las cuerdas no están tensas ni flojas.

1 comentario:

  1. Hola, ANNA:

    Muchas gracias por tu blog.

    Te envío un afectuoso abrazo,

    Gonzalo
    http://osho-maestro.blogspot.com/

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