El Lunes, 29 de julio, 2013, se produce una configuración de aspectos muy poderosa en el cielo que no es muy frecuente. El Gran Trígono de agua que tenemos ya desde hace unos días entre Jupiter-Lilith-Marte en Cáncer, Saturno en Escorpio y Neptuno en Piscis se une a otro Gran Trígono de Tierra entre Plutón en Capricornio, Venus en Virgo y Luna en Tauro formando así una estrella de David o Gran Sextil, donde seis planetas están conectados entre ellos por aspectos de 60 grados.
Como generalmente en astrología no hay nada inherentemente bueno o
malo, esta configuración, no es siempre agradable. En el pasado hubo
algún Gran sextil considerado “estrella de guerra” porque, dependiendo
de los astros que forman la configuración, su influencia puede iniciar o
acelerar un proceso de cambio global y personal importante, que, según
el criterio humano y con una visión a corto plazo, no es
necesariamente siempre placentero. Aun así podemos usar la Estrella
como una Estrella de Luz si la usamos conscientemente aprovechando la
energía planetaria del momento y elevando sus manifestaciones más
complicadas. Cada una de estas configuraciones es un portal, es una
oportunidad para crecer y como cualquier tránsito podemos usarlo de una
forma constructiva o simplemente ser veletas al viento de las
influencias cósmicas. He aquí lo más importante de esta estrella: el
poder de Manifestación o Co-creación.
Carta del Gran Sextil para Venezuela, Astrodienst
Agua y Tierra, el fluido mundo espiritual, también emocional, se
conecta con el mundo aparente, material, para formar una mágica estrella
de seis puntas, que en la mayoría de las tradiciones espirituales y
esotéricas tiene un gran significado. Sin entrar en detalles, sí puedo
decir que lo que representa esta figura geométrica entre otras cosas
es la conexión entre los chacras superiores e inferiores a través del
centro del corazón, la integración del cielo y de la tierra, representa
también el famoso “como es arriba es abajo” de las tradiciones
herméticas, y el mándala de Vajra Yoguini de los tibetanos que
representa la fuente de todos los fenómenos. También podemos conectar
la configuración con Merkaba, en hebreo antiguo ”carroza” o
“vehículo”, símbolo ocultista que representa la ascensión y la conexión
entre luz, espíritu y cuerpo.
En pocas palabras, tenemos en el espacio una configuración hermosa
que une el cielo con la tierra, que nos permite manifestar (Tierra) lo
que deseamos (Agua). Durante este último mes el trabajo fue conectar con
nuestros sentimientos, conectar con lo que estaba reprimido, averiguar
qué es lo que realmente deseamos. Ahora con el Grán Trigono de Tierra
añadido es el momento de ser Co- Creadores. Nuestra mente es la Matriz
de lo que se manifiesta. El agua nos ha purificado, ha arrastrado lo
que no era esencial para nuestro progreso devolviéndolo al mar de la
consciencia infinita. Hemos podido disolver (y todavía podemos)
emociones, situaciones, dolores…y ahora es el momento de Manifestar
aprovechando los planetas en Tierra que se han añadido a esta
configuración: Plutón con su capacidad de transmutación, de renacer como
un fénix desde las cenizas, Venus en Virgo con su capacidad de ser
completa en sí misma, y la Luna en Tauro, generadora de abundancia y
prosperidad.
Hoy, domingo, el día antes de la alineación podemos meditar en que es
lo que queremos manifestar. El Deseo es lo que hace girar el ciclo de
la existencia; el problema empieza cuando estos deseos son meros
impulsos inconscientes. El Mago o el Yogui utilizan el poder del Deseo
para crear una manifestación consciente, un mándala o entorno harmónico
en el cual incluso los menos despiertos pueden beneficiarse de su
influencia positiva. En su aspecto más positivo, el deseo se transforma
en Bodhicitta, la mente despierta que aspira a la iluminación. Lo que me
gusta mucho de los meditadores del Vajrayana Tibetano es que siempre y
siempre, en todo lo que hacen tienen en mente este Deseo del Despertar
para el bien de todos los seres vivos. Es como un escudo protector
diseñado para que mantengamos las cosas en perspectiva y no nos
perdamos en nuestro pequeño ego auto absorbido y su mundo sólido carente
de divinidad y misterio. Creo que para aprovechar este Gran Sextil de
una forma plena podemos incluir en lo que elegimos manifestar esa
antigua formula tibetana: “Qué todo esto que quiero sea para el bien de
todos los seres vivos, pueda lo que manifiesto aportarles Luz,
Despertar, Felicidad y aliviar su sufrimiento”. Es el sello mágico
protector.
Podemos pensar en lo que queremos realmente, que deseamos, que
queremos ser, que queremos aportar al mundo, que queremos dar, que es
nuestra vocación, que queremos recibir, que queremos obtener…para así
mañana, quizás con un pequeño ritual, sellarlo y lanzarlo al universo
como una plegaria de luz.
Copyright©Margit Glassel
En Margit Glassel Astrology
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